Chiles toreados

Este es uno de los métodos más populares en México para preparar chiles, y una deliciosa forma de aprovechar los chiles o cebollas que sobran al cocinar. Aunque regularmente se usa el chile jalapeño o serrano, en realidad se puede torear cualquier chile fresco, y comúnmente se usan como guarnición para tacos o asados, pero se los puedes agregar a cualquier arroz, pasta, bocadillo… Hasta la pizza quedará más sabrosa con ese toque picante.

El nombre de «chiles toreados» proviene de la tauromaquia, haciendo referencia a que el toro se vuelve más bravo conforme más lo torean. Esta frase hecha se puede aplicar incluso con personas; sería el sinónimo de «molestar». 

En el caso de los chiles, el término se refiere a hacerlos más picantes, pero también más sabrosos agregando cebolla, y en ocasiones salsa Maggi, salsa inglesa, salsa de soya o incluso las tres juntas y un poco de limón (el verde redondito). ¿Sabías que en la comida mexicana le ponemos limón a casi todo?

Cantidades:

Puedes hacer tus propias recetas hasta encontrar lo que más te guste, pues incluso con un solo chile y un poco de cebolla tendrás un gran acompañamiento listo para usar por unos días. Como guía puedes usar de 8 a 12 piezas de serrano o jalapeño, o cualquier chile verde en realidad, por cada cebolla grande (aprox 250 g), un limón y opcionalmente de 4 a 6 cucharadas de las salas de tu elección. No pasa nada si echas poco más de esto o lo otro, así que no dejes mitades partidas que se quedarán por semanas envueltas en plástico o aluminio al fondo de tu nevera.  

¿Cómo torear chiles? 

1) El primer paso es manipular los chiles con las manos sobre una superficie plana. Haz presión sobre ellos y ruédalos dos o tres veces; con esto se sueltan los jugos del chile llenos de capsaicina, es decir que quedará más suelta. Tampoco pasa nada si no lo haces, lo que sí es importante es cuidar lo que tocas, pues quedarás impregnado por algunas horas.

2) Corta cebolla en Juliana, es decir en tiritas, y reserva. También puedes hacerlos sin cebolla, pero quedan más sabrosos con ella.

3) Prende el fuego y coloca la sartén con un poco de aceite.

4) Una vez que esté caliente, agrega las cebollas y los chiles. Déjalos a fuego medio por unos minutos y remueve constantemente. 

5) Cuando la cebolla o los chiles comiencen a cambiar de color, es hora de agregar las salsas. Elige tu favorita o añade un poco de las tres y sigue moviendo hasta que a los chiles les comiencen a salir ampollas. También puedes omitir las salsas, no son indispensables, así que no te preocupes si eres alérgico a la soya. La característica principal es que al chile le salgan ampollas por el calor; de hecho en inglés se le llama blistered chilis, que significa «chiles con ampollas». 

6) Una vez que los chiles estén llenos de ampollas, apaga el fuego y agrega limón. En caso de que no hayas agregado salsa de soya, agrega sal, revuelve bien y transfiere los chiles a un plato, refractario o vaso donde los guardarás. 

¿Cómo conservar los chiles toreados?

Los chiles toreados los puedes guardar por varios días en la nevera y usar conforme los vayas necesitando, aunque claramente saben mucho mejor recién cocinados. Te recomiendo que siempre los pases por la sartén y los consumas calientes, pero sin ningún problema los puedes comer en frío.

¿Dónde usar los chiles toreados?

Pues básicamente en cualquier plato: dips, hummus, frijolitos refritos, carnes, pescados, arroz… Incluso en pasta, que aunque es menos común, te quedará deliciosa.